28.2.11

28.Feb.2011

                                               Rechace Imitaciones.

16.2.11

16.Feb.2011

   Aveces hay que dejarse llevar caer en la    
                                                                 Tentación

15.2.11

15.Feb.2011


Contaremos las estrellas, perderemos la cabeza, prohibido mirar el reloj! Tú te quitas la ropa, yo acabo majareta y te regalo una canción! Esquivaremos el Sol!
                  
En esta vida hay que disfrutar de casa momento.
De cada minuto, de cada segundo.
Vivir la vida, hacer locuras, plantearos las cosas...
Hacer lo que en cada momento os apetezca, lo que realmente queráis hacer.
No hay que estar siempre pendiente de todo,
controlando cada situación, así no se disfruta de lo bonito de la vida.
Cuando estáis con la familia, con los amigos, con la pareja... Aprovechar ese momento, porque sera único. No habrá otro igual. Habrá momentos parecidos e incluso habrá momentos que os parecerán iguales, pero no, no hay dos momentos iguales, ni dos cosas iguales. 

             Ser felices, disfrutar, reír, llorar...  Cada momento es único. 

7.2.11

Un día de esos...

Quien no ha tenido nunca un día que empieza bien y no piensas en nada del pasado, no piensas en cosas que puedan entristecerte. Hasta que llega un momento en el que te deprimes por viejos recuerdos, recuerdos que
 pensabas que ya no dolían. Pues hoy yo tengo un día así. Me vienen a la cabeza muchos momentos que pasamos juntos, sin querer pienso en ello, y me entristece. ¿Por qué después de tanto tiempo me siguen volviendo recuerdos a la mente? ¿Por qué después de tanto tiempo, me sigue doliendo? No lo entiendo, yo pensaba que había olvidado por completo, pero no es así, de vez en cunado vuelvo a recaer... Y ¿es que serías tú el amor de mi vida y te dejé ir? O ¿simplemente eras una piedra más en el camino que no consigo apartar? Después de casi 3 años sin estar contigo, sigo pensado en muchas cosas, se que tú ni si quieras te acuerdas de mi. Pero también se, que yo no fui una más, porque fui la primera, y se, que aun que sea un poquito, me guardaras en tu corazón siempre, como yo también lo haré. El destino no nos deja separarnos totalmente, quizás algún día nos separe para siempre, o nos vuelva a juntar, o simplemente no pase nada más entre tú y yo.

2.2.11

...En la vida aparecen personas de alguna parte que te marcan la existencia. Es un juego del destino que coloca en tu camino a gente que, por arte de magia, o sin ella, influyen en tu comportamiento y hasta te hacen cambiar tu forma de ser. Despliegan tal red sobre ti que quedas atrapado por su esencia, sea cual se esta...

1.2.11

Un libro y un café…
Aquel día 5 de febrero, estaba yo sentada allí, en esa pequeña fuente, pensando si era verdad lo que había sucedido.
Hacía frío, un frío aterrador, por eso decidí irme a casa e intentar dejar de pensar un poco en todo. Me subí al autobús, me puse los cascos, sonaba una canción muy bonita, pero a la vez muy triste, decidí cambiar y poner algo que no me recordara a esa persona, extremoduro sonaba ahora.
Llegué, me puse el pijama me preparé un café y me tiré en el sofá a ver la televisión, pero no echaban nada que me interesara, todo era amor y más amor. La apagué, me preparé otro café era lo que más me apetecía en esos momentos, café y sofá.
No podía creer que esa discusión había sido cierta, y que aquella relación de tanto tiempo terminó así…
Aquella misma tarde del 5 de febrero, íbamos hacia un parque, nuestro parque, donde empezó todo. Tuvimos esa discusión en la que decía que quería más libertad pasar más tiempo con sus amigos y no conmigo, yo le dije que de acuerdo, pero que tampoco es que pasáramos mucho tiempo juntos, entre el trabajo, la universidad… Y por esa simple razón hubo una gran pelea en la que dijimos muchas tonterías, entre ellas, que no queríamos saber más el uno del otro.
Sé que todo lo que dijo, lo hizo solamente para hacerme daño, que no sentía lo que decía, que todavía me amaba. O por lo menos esa era mi esperanza.
Jose, ese era su nombre. Un nombre que yo no podía sacarme de la cabeza y mucho menos, de mi corazón.
El día 8 de febrero llamaron a la puerta, era él. Con un ramo de rosas rojas en la mano. Pidiéndome mil y una disculpas. Yo le miré a los ojos y, con una simple mirada, solo una, sabía que no tenía más que decir, que era el amor de mi vida y le quería siempre a mi lado.