Las cosas no hay que tomárselas tan a pecho, porque la mayoría de las cosas a las que damos importancia, son tonterías,
como por ejemplo, cuando rompes con tu pareja, si al principio lo pasas fatal, piensas que no vas a poder vivir sin él, que eso no vas a poder superarlo jamás hasta que llega el momento que dices, ''hasta aquí hemos llegado, no puedo seguir así tengo que cambiar esta actitud y volver a ser yo misma, tengo que volver a sonreír, tengo que olvidarle, o por lo menos aprender a vivir sin él.''
Por eso sé que todo pasa por alguna razón, o por lo menos eso creo, y también sé que cuando una puerta se cierra otra se abre. Por eso no hay que preocuparse tanto de las cosas.
Hay que aprender a vivir la vida, y sobretodo, a sonreír.
La vida hay que aprender a disfrutarla, porque, hay momentos bueno, y no tan buenos, pero Vida Solo Hay Una.
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